Frenar el tiempo
Quizás nunca estamos tan concientes del rápido paso de tiempo, como lo estamos cuando nace un bebé. Los cambios que transcurren en tan sólo días hacen muy presente el hecho de que hay que disfrutar cada día, cada etapa y que el tiempo se nos va como agua entre los dedos.
Y mientras que los recuerdos de las primeras sonrisas, las primeras palabras y los primeros pasos son a prueba de fuego en el corazón de un padre ó una madre, no se me ocurre mayor honor que tener la oportunidad de fotografiarlos descubriendo cada nueva etapa. Siento que estoy creando una imagen que a través de los años detonará miles de emociones que normalmente yacen bajo los quehaceres y las preocupaciones de la vida cotidiana; bajo el rápido pasar del tiempo. Y es que el tiempo hay que frenarlo de vez en cuando para disfrutarlo; tomarse un momento para sentir.
Los siguientes retratos son parte de una sesión en casa de un pequeño muy sonriente de 7 semanas que hoy en día ya está desesperado por caminar y por correr por la vida. ♥
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